Gran Familia de la Salud

Rechazo, discriminación y exclusión", padecen a diario los pacientes que asisten al módulo Las Manoas, en busca de tratamiento para combatir el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH), tuberculosis, paludismo y dengue.

Los trabajadores de este centro asistencial -con la condición del anonimato- denunciaron esta situación irregular por parte del personal que se encuentra a cargo de la dirección del ambulatorio, la coordinación del Programa de VIH y los Médicos Integrales Comunitarios.

El testimonio fue anónimo por temor a represalias. Por los pasillos del centro médico se pudo conocer que solo un pequeño porcentaje de pacientes recibe tratamiento gratuito, ya que mucho de estos medicamentos son negociados a cambio de bultos de comida e incluso gramas de oro.

"Esta es la realidad aquí, para darle el tratamiento a los enfermos, claro como el mayor porcentaje de personas con paludismo viene del sur, aprovechan y reciben las gramas de oro", sentenció un trabajador.

Denunciaron que la situación "se salió de control” con la llegada de los Médicos Integrales Comunitarios, quienes una vez instalados en el lugar tomaron el mando del suministro de tratamiento y "tienen secuestradas las medicinas".

Abastecen toda la región

El módulo Las Manoas cuenta con la capacidad para cubrir la demanda de tratamiento de estas enfermedades, desde Ciudad Bolívar hasta Santa Elena de Uairén.

Ante esto, un trabajador, quien también prefirió no ser identificado, refutó que pocas veces cuentan con los insumos, debido a que presentaron niveles de escasez desde noviembre de 2017 hasta marzo de este año.

Esta situación se normalizó a mediados de abril y hasta la fecha cuentan con grandes cantidades de tratamiento, por lo que es imposible que los pacientes no reciban medicinas.

Mueren 15 personas a diario

Los empleados acusaron a la dirección del Ambulatorio, a la coordinación del Programa de VIH y a los Médicos Integrales Comunitarios, de ser los responsables de 15 muertes por VIH, que denuncian se registran a diario en el ambulatorio, debido a complicaciones por no cumplir tratamiento.

Reiteraron la poca disposición de la administración en facilitar el tratamiento de manera adecuada y oportuna; sin embargo, ante la negativa, los pacientes mueren a mengua.

Las medicinas no solo representan el problema, la atención que reciben los pacientes es otra de las quejas “La coordinadora del Programa de VIH se para afuera con un palo y a gritos empieza a organizar a las personas que se encuentran en la cola, débiles por la enfermad”, aseveró el trabajador, haciendo un llamado a los organismos competentes para que tomen cartas en el asunto y se solucione el problema.

Fuente: Primicia Gramas de oro y alimentos a cambio de medicamentos